El secretario general del Sindicato Nacional de Redactores
de la Prensa SNRP, Fernando Olivas Ortiz, en representación del gremio
periodístico mexicano acude al llamado de la celebración del 90 aniversario de
la fundación de la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
Fernando Olivas SNRP México y Stuart Laidlaw UNIFOR Canadá
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Con el objetivo de fortalecer el oficio periodístico sobre
todo en países donde el gremio ha sufrido ataques sin precedentes, como la
desaparición, tortura y ejecución de trabajadores de la prensa, los delegados
reunidos en Angers, Francia hicieron un enérgico llamado a los gobiernos del
mundo para exigir garantías al ejercer el oficio de informar; garantías
constitucionales que en algunos países es negada, donde por complicidad o por
omisión se atenta contra los comunicadores.
En esta 29 convención de la FIP especial protagonismo es
aplicable al representante Mexicano Fernando Ramón Olivas Ortiz, Secretario
General del SNRP, ya que por la difícil situación que actualmente vive el país,
donde datos de organismos internacionales otorgan el deshonroso primer lugar a
México, esto sin duda merece una actitud también especial:
“El sindicato mexicano de redactores habrá de proponer una
moción mediante la cual el organismo mundial más representativo del gremio
periodístico haga un pronunciamiento exigiendo al gobierno de Enrique Peña
Nieto el establecimiento de garantías para el ejercicio del periodismo y el fin
de la impunidad, ante la grave crisis humanitaria que prevalece en nuestro país
y que preocupa a la comunidad internacional”
Con sede principal establecida en Bruselas Bélgica, la FIP
fue fundada en París en 1926 para preservar los derechos del gremio
periodístico, velando siempre por procurar mejores condiciones de trabajo para
el mismo.
Hoy termina la 29 convención, con la exposición de la
situación en cada una de los países participantes, así como la mención de cada
uno de los temas a los que en ellos se da cobertura periodística, especialmente
a los que no tienen voz, que son las comunidades en pobreza o en situación
vulnerable, por lo que en conclusión, este es el mejor momento para alzar la
voz exigiendo sea respetada la integridad de todos los que ejercen este oficio.
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